martes, 16 de marzo de 2010

Carabobo es y será Victoria


Se inicia una nueva etapa en el proceso que conduce a las elecciones del 26 de septiembre 2010, luego de la instalación de la comisión técnica electoral.

Oportunidad, mensaje y polarización
Debe iniciarse ya el trabajo de contactar la mayor cantidad de personas posibles para convencerlas de la necesidad de rescatar el Parlamento para la democracia.  

Más allá del aquel mensaje de la preservación del cauce democrático, de la valoración de las responsabilidades y de legislar a favor de las mayorías, las elecciones primarias es una oportunidad clave para avanzar. 

Esa medición es un paso propicio para ejecutar la importante tarea de recorrer las comunidades y entregarles el mensaje del sector democrático del país.  

Me inclino por un trabajo face to face, car a cara, casa por casa, para llevar a la mayor cantidad de personas nuestro mensaje. El tiempo es corto, para las primarias, pero nuestra visión debe ir más allá del día de las primarias. Las reuniones y asambleas son buenas porque reúnen dirigentes clave pero la misión es otra, es más grande. 

El verdadero proceso es en septiembre y, tomando en cuenta el avance del oficialismo, esta precampaña, para llamarla de algún modo, sirve para ir abonando el terreno, sembrarlo para recoger buenos frutos. 
El mensaje debe ser claro y directo, afín a las comunidades. El momento está dominado por la defensa de los derechos humanos, la despartidización de la justicia, el secuestro de las instituciones, pero más importante es la escasez y altos costos de alimentos, la crisis eléctrica, el desempleo, la inseguridad, los malos servicios públicos, problemas que afectan directamente a los vecinos y que éstos valoran mucho más porque los afecta día a día.
Si nosotros logramos sintonizarnos con las necesidades de la población más de la mitad del mandado está hecho. 

Hay una tendencia a mostrar una polarización en las elecciones primarias. Eso hay que desvirtuarlo y arrancarlo de raíz. No hay divisiones ni bloques, el sector democrático está claro en la alta responsabilidad que tiene ante el país y por ello decidió ir a las elecciones primarias para que sean los vecinos quienes escojan sus canditatos para abrazarse a ellos y llevarlos a la AN. Quienes andan alejados de esta iniciativa le están haciendo el favor al oficialismo. Hay que dejarlo claro. En esto es pertinente no pronunciar nombres, precisamente para no propiciar polarización. A fin de cuentas el enemigo a vencer es el chavismo.
Por cierto, ha sido una intención del propio Presidente decir que la oposición se está matando a cuchillos por llegar a la Asamblea Nacional. Pretende de esa forma tapar la procesión que llevan por dentro al tener casi 4mil candidatos, de un mismo partido, para sus elecciones internas. Entonces, dónde está la carnicería?
Mayoría, manejo y resultados
En otro ámbito está  lo de la llamada comisión técnica electoral. Se ha pretendido hacer ver que hay una mayoría adversa a Proyecto Venezuela que controla esa instancia. Punto a favor, desde mi punto de vista.
Quienes “dominan”  la llamada comisión serán los responsables del manejo, la buena conducción y la excelencia de los resultados de las elecciones. Mal podrán acusar de fraude, trampas o mala intención siendo ellos quienes controlan esa instancia. 

Está claro que los abanderados de PV, unidos a sus propios capitales políticos, hacen vislumbrar desde ya los resultados de las primarias. Sabemos dónde están los liderazgos, los votos y el pueblo, y las elecciones no se ganan con comisiones sino con votos. Qué van a decir cuando pierdan por tremendas diferencias de votos? Recogerán sus palabras, aceptarán los resultados o abrirán tienda aparte? En ese momento demostrarán su verdadera vocación y quedarán completamente desnudos en el escenario.

A modo de cierre reitero: pienso debe iniciarse ya el trabajo abajo, pueblo adentro, que no quede nadie, absolutamente nadie, sin recibir cara a cara nuestro mensaje. A patear las calles, a visitar los barrios y urbanizaciones, a llevar casa por casa el mensaje del cambio. El tiempo es corto para las primarias, es verdad, pero para ganarle a Chávez cualquier momento es bueno y cualquier tiempo es valioso y necesario.  
A sintonizarnos con la gente, con sus necesidades, a acampañarlos en sus reclamos, a montarse en la cresta de la ola del fervor popular. Ante eso no hay nada ni nadie que nos pueda ganar.  

Y en las primarias, a ganarlas con votos, de eso tenemos suficiente y hasta como para regalar.  

El futuro nos pertenece, el futuro es nuestro. Carabobo es y seguirá siendo victoria. 

jueves, 4 de marzo de 2010

Ganar no es imposible

Mucho se ha hablado de la necesidad de rescatar la Asamblea Nacional y ponerla verdaderamente al servicio de la democracia. Sacarla de ese abismo en que cayó como consecuencia de la visión hegemónica que se quiere instaurar en este país. Salvarla de esas pretensiones de controlar todo desde un único escritorio, bolígrafo y pensamiento.

Venezuela necesita, y merece, un parlamento que esté acorde con las exigencias y avances del mundo moderno. Que debata temas transcendentes, contraste opiniones, acepte divergencias y promueva acuerdos y conciliaciones. Pero lo que más se necesita en una Asamblea Nacional que interprete el sentir de las comunidades y no una institución que cierre los ojos para no ver algunos problemas, mientras está solícita para complacer peticiones cuando ni siquiera han salido de la boca.

Por eso hemos dicho incontable veces que las elecciones del venidero 26 de septiembre son clave para el rescate de la democracia venezolana o para regresarla al rumbo de la libertad, con todos los errores que pueda tener, pero libertad al fin para opinar, ver, saber, conocer y contrastar.

Sin embargo, la tarea ciertamente es titánica porque habrá que enfrentar todo el aparataje de un gobierno que no se utiliza en solventar los problemas que más asfixian a los vecinos, como las fallas en el suministro de electricidad, falta de agua, malos servicios públicos, alto costo de la vida, inflación, desempleo, entre otros porque la lista es inmensa.

Pero ese mismo aparataje sí se utiliza para perseguir, descalificar, confrontar, con sólo propósito de asegurar la permanencia de un modelo que en 11 años no ha podido resolver los problemas del país. Como siempre, la culpa es del gobierno anterior… 11 años después?

La tarea para alcanzar la victoria en septiembre parte de dos acciones que todos debemos hacer: fomentar la participación de la población y convencer a la gente de la necesidad de un cambio.

Es vital que todos los venezolanos, todos, entiendan que es primordial la participación activa en el proceso eleccionario. Opinando, reflexionando, pensando su voto, contrastando la realidad de lo que tiene con lo que quiere, pero VOTANDO. Sin una masiva concurrencia de electores la minoría podrá imponerse y dar al traste con las aspiraciones de crecimiento, desarrollo y bienestar que todos queremos.

Por otro lado, la población tiene que comprender que se requiere un cambio de actitud para mejor. Que es mejor vivir en democracia, con todos sus errores y sus libertades, pero con pleno uso de su derecho a opinar, disentir, a hacer oír su voz, a reclamar y a escoger lo que quiere o más le guste. No es saludable un modelo que quiere imponerte lo que vas a ver, escuchar, leer o te condena si reclamas agua para tu barrio.

En estas dos tareas la pieza fundamental son los candidatos y sus organizaciones políticas. Quienes aspiren a representarnos en la Asamblea Nacional deben salir de la comodidad de sus oficinas y los medios de comunicación para adentrarse en los barrios, urbanizaciones y cuanto centro poblado haya. Pregonar el cambio es hablar cara a cara con los vecinos, convencerlos de la validez de lo que se está proponiendo. Acompañarlos en sus luchas, en sus reclamos, en sus propuestas de soluciones a sus problemas. La única forma de ganarle a la actual pretensión hegemónica es pateando las calles, llenándose de barro los zapatos. La tarea es difícil pero no es imposible.
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