domingo, 30 de marzo de 2008

Puerto Cabello necesita un cambio

Tras varios meses de silencio resulta necesario retomar nuestra tarea de escribir para adelantar algunos comentarios que sirvan para el esclarecimiento del ambiente político, pero más que todo para continuar enarbolando la bandera de la defensa de nuestro municipio, frente a las pretensiones de destruirlo aún más en materia de infraestructura pública y de estatus moral.

Desde hace semanas hemos detectado en la palestra pública la ejecución de una estrategia para tratar de limpiar la imagen del actual alcalde de Puerto Cabello, ante las severas críticas que ha recibido respecto al ejercicio de su gobierno.

El plan macabro que está en desarrollo pretende presentarlo ante la opinión pública como un advenedizo de la política, como una persona que aspira llegar al gobierno municipal, como un dirigente político que denuncia el estado de abandono y postración en que ha caído Puerto Cabello. Pero jamás lo han presentado como el alcalde, como la máxima autoridad civil de este municipio y también el máximo responsable de la destrucción que vive nuestra ciudad en los últimos ocho años.

La ruin estrategia pretende decirnos a los porteños que Osmel Ramos no tiene nada que ver con la destrucción del municipio y que por el contrario ha sido víctima del centralismo o la mala intención del gobierno regional. Sin embargo, me atrevo a decir que esa línea política comunicacional no ha logrado calar en la mente de los porteños porque todos sabemos el grado de responsabilidad que tiene el actual mandatario en el desgobierno que vivimos, en la destrucción de nuestros espacios públicos, en el abominable estilo de conducir una administración pública que debió dedicarse a resolver los problemas de las comunidades y no en ser testigo silente, cómplice o promotor del estado de cosas que día a día suceden en este puerto.

La burda estrategia de Ramos y sus secuaces (los cercanos y los que se prestan para la ejecución de la estrategia, que por cierto no es gratis) lo que buscan es minimizar los efectos desbastadores que tiene la gestión del actual gobierno municipal para la candidatura oficialista a la alcaldía. Esto porque ya el alcalde llegó a un acuerdo con todos los precandidatos rojo-rojitos para que además de garantizarle influencia en el nuevo gobierno, se mantenga la lista de contratistas que han ejecutado obras en su mandato.

Los aspirantes del continuismo le han garantizado eso y más a Ramos, pero le han puesto como condición que limpie su imagen pública para que el efecto destructor sea menor y para que el pueblo sea engañado con la promoción de una “buena gestión de gobierno” que solamente para este año tiene la nimiedad de más de 700 millones de bolívares para ser gastados en publicidad y propaganda, entre las que se inscribe las encerronas que se han dado para “presentar informes de gestión”, actos que muy bien que lo hagan porque están informando lo que hicieron, aunque lo presentan con ocho años de ausencia.

Amigos, debemos seguir atentos al desarrollo de las actividades de la administración pública municipal, no nos dejemos engañar, el único responsable del abandono, la destrucción, la desidia, en que se encuentra Puerto Cabello es el actual gobierno municipal, desde el alcalde para abajo, incluyendo a esos neo-aspirantes a alcaldes que con su cara nueva han avalado dentro del chavismo todos los desmanes hechos por la actual administración y ahora con pretenden erigirse como paladines de Puerto Cabello mientras por detrás reciben los beneficios de este desgobierno local.

Puerto Cabello necesita, requiere y merece un cambio. Un cambio radical en la manera y estilo de gobierno. Los porteños no nos merecemos un año más de un estilo de gobernar como el de Osmel Ramos, ni aceptaremos la continuidad de esta destrucción. Por eso debemos mantenernos en alerta, totalmente despiertos para incorporarnos a la lucha por un Puerto Cabello mejor.

El municipio necesita otra mentalidad que la gobierne, que se dedique a resolver los problemas que atraviesa, que garantice su verdadero desarrollo económico social con el aprovechamiento de las bondades que nos dio la naturaleza y que de verdad luche por el crecimiento sostenido de nuestra tierra. Hacia allá marcharemos inexorablemente. Participar en la clave. A quienes destruyeron y destruyen a Puerto Cabello no les conviene que el pueblo participe.

Aquellos que siguen maniobrando para que las voces de la disidencia desaparezcan del espectro comunicacional se quedarán con “los crespos hechos” porque las nuevas tecnologías habrán de abrir espacios para todos quienes tenemos la responsabilidad de advertir de las apetencias económicas de personajes que únicamente se han dedicado, en el ejercicio de la actividad pública, a desatender las funciones y responsabilidades que les fueron encomendadas.


Lic. Juan Carlos Núñez Silva
0412-038.60.94
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